José Candela, Penitente Mayor del Tercio Titular del Miércoles Santo, expresa su gratitud por el esfuerzo de la Agrupación en su primer año en el cargo:
Buenas tardes a todos los miembros de la familia de la Oración en el Huerto. Tras concluir la celebración del Miércoles Santo, como penitente mayor en mi primer año, quería deciros unas palabras.
Empezamos con el Domingo de Ramos, un día especial para los más pequeños, que aún con el «correr bajo la lluvia», lo hicieron espectacular. En el momento en que se decidió romper filas para ir a la iglesia, hicieron caso a sus varas y corrieron a resguardarse de la lluvia. Con todo eso, solo cabe darles las gracias en mayúsculas.
Llegamos al Viernes de Dolores y pocas palabras quedan para describir este tercio tan memorable. Hemos pasado de tener poca gente, por ser «raros» o poco comunes, a ser una rareza súper bonita que luce sus velas y trajes. Ahora podríamos sacar dos tercios.
La procesión fue impresionante, y quiero reconocer a su jefa y sus varas todo el trabajo desempeñado, así como el esfuerzo de los dos cerilleros, Francisco y Alfonso, que hicieron la procesión cuatro veces encendiendo velas y cuidando de que nuestras chicas no se engancharan las colas en las alcantarillas.
Concluimos con el Miércoles Santo, marcado por un fuerte viento, el más ventoso de la historia que yo recuerdo.
No iba a ser fácil en mi primer año pero, aún así, con el sudario en la puerta de la iglesia preparado para salir, yo sabía que las cosas iban a salir bien.
Revisando los vídeos de las televisiones en los diferentes puntos, puedo afirmar que hicimos una salida de la iglesia espectacular, cómo no se veía desde hace años, con unas curvas dignas de película y, sobre todo, con el saber estar de todos los penitentes, a pesar del zarandeo del vendaval.
Quiero expresar un profundo agradecimiento a Cristina por ayudarme «cantándome» las condiciones del viento en todas las calles para facilitar el cambio de sudario. Tanto Gregorio como Martina, hicieron un gran esfuerzo por llevarlo y mantenerlo pese a las fuertes ráfagas que los empujaban.
También agradezco a los varas, Antonio y Pepe Juan, el excelente trabajo que hicieron con sus filas, y a mis punteras Olga y Marga por mantener un paso tan difícil y no fallar al guiar las filas. Su compromiso es incuestionable. Un día antes, hicimos una ruta por Cartagena, marcando curvas y viendo cuáles serían los puntos de referencia que tanto nos ayudaron durante la procesión.
En definitiva, quiero extender mi gratitud a todos los penitentes que, a pesar de las condiciones, desfilaron un año más por nuestras calles dando lo mejor de si mismos. Todos hicimos lo que pudimos y supimos.
Por último, me gustaría destacar la labor de Olga como responsable de vestuario. Sin ella esto no sería posible. Ella hace que todos podamos salir en perfectas condiciones pese a los contratiempos y las carreras de última hora que supone la revisión del vestuario.
Envío un abrazo a todos y ¡que viva la Oración!
José Candela, Penitente Mayor del Tercio Titular de la Oración en el Huerto